El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado una modificación importante en la implementación del cuaderno digital en las explotaciones agrarias españolas. Según el proyecto de real decreto relacionado con la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027, el plazo obligatorio para la aplicación del cuaderno digital se ha pospuesto hasta septiembre de 2025. Esta decisión tiene como objetivo aliviar las preocupaciones y facilitar la transición hacia esta nueva herramienta para los agricultores.
El cuaderno de explotación digital representa un cambio fundamental en la forma en que se registra y gestiona la información en la agricultura. Reemplaza el tradicional cuaderno de explotación en papel por una versión digital que permite a los agricultores aprovechar al máximo los datos generados en sus actividades agrícolas y, cuando sea necesario, compartirlos con las autoridades de manera telemática.
El proyecto normativo, que actualmente está en fase de consulta pública, amplía los plazos de implementación del cuaderno digital en línea con las necesidades y preocupaciones del sector agrario. Además, promueve la utilización voluntaria de esta herramienta para aquellos productores que ya estén preparados para adoptarla. También se incluyen exenciones específicas para las pequeñas y medianas empresas agrícolas (pymes agrícolas).
La decisión de aplazar la fecha de implementación obligatoria se basa en el reconocimiento de que la introducción de esta herramienta digital ha coincidido con el primer año de la nueva PAC, lo que ha supuesto un esfuerzo adicional para agricultores, ganaderos y entidades colaboradoras. Se han destacado desafíos relacionados con la complejidad y la burocracia asociados al cuaderno digital, lo que ha llevado a la consideración de un aplazamiento hasta septiembre de 2025.
Medidas más importantes del cuaderno digital
El proyecto de real decreto incluye disposiciones específicas sobre la aplicación del cuaderno digital, que se han recogido en el borrador abierto a consulta pública. Una de las medidas más significativas es la exención para las explotaciones más pequeñas. Las explotaciones que cuenten con 5 hectáreas o menos, siempre que tengan una superficie de regadío menor o igual a 1 hectárea (excluyendo los invernaderos), quedarán exentas de la obligación de utilizar el cuaderno digital. Además, las explotaciones que se dedican exclusivamente a pastos y no realizan aplicaciones de fertilizantes en dichas áreas también estarán exentas. Sin embargo, estas explotaciones pueden optar por utilizar el cuaderno digital de manera voluntaria o mantener registros en papel según la normativa sectorial.
La implementación del cuaderno de explotación digital se llevará a cabo de manera progresiva a partir del 1 de septiembre de 2024, y se extenderá hasta el 1 de septiembre de 2025, cuando se vuelva obligatorio para todas las explotaciones, excepto aquellas excluidas de su aplicación.
Por razones de seguridad jurídica, el nuevo real decreto se aplicará retroactivamente a partir del 1 de septiembre de 2023, para evitar posibles penalizaciones a los agricultores y ganaderos debido a la entrada en vigor de las disposiciones del real decreto vigente.
En el caso de los invernaderos con acceso al interior, los titulares estarán obligados a utilizar el cuaderno digital para las aplicaciones de fertilizantes y fitosanitarios debido al alto uso de estos insumos en este tipo de instalaciones.
Para fomentar el uso voluntario del cuaderno digital, se mencionan en el proyecto normativo medidas como ayudas específicas, convenios o la posibilidad de reducir los controles para los solicitantes de la PAC que decidan implementar esta herramienta. Estas iniciativas buscan facilitar la adopción del cuaderno digital y ayudar a los agricultores a aprovechar al máximo sus beneficios.
En resumen, la ampliación del plazo para la implementación obligatoria del cuaderno digital en la agricultura española es una medida que tiene en cuenta las necesidades y desafíos del sector. Con esta modificación, se espera facilitar la transición hacia la digitalización en la agricultura y garantizar que los agricultores puedan adaptarse de manera efectiva a esta nueva herramienta en el marco de la PAC 2023-2027.