Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a fecha de 12 de septiembre, la reserva hídrica de España se sitúa en un preocupante 37% de su capacidad total.
Los embalses peninsulares, que desempeñan un papel crucial en el suministro de agua a muchas regiones de España, almacenan actualmente unos 20.734 hectómetros cúbicos (hm³) de agua. Esto representa una disminución de 29 hectómetros cúbicos, lo que equivale a un 0,1% menos en comparación con los niveles de la semana anterior. Estos datos reflejan la necesidad de abordar la gestión del agua en España y la importancia de tomar medidas efectivas para preservar este recurso.
La distribución desigual de la reserva hídrica en diferentes regiones de España es motivo de preocupación adicional. Algunas cuencas hidrográficas se encuentran en una situación especialmente delicada. La cuenca del Guadalquivir, por ejemplo, apenas alcanza el 19,1% de sus niveles máximos, mientras que la cuenca Guadalete-Barbate ha seguido deteriorándose y se encuentra en un alarmante 16,5%. La cuenca del Guadiana también muestra una preocupante disminución, ubicándose en un preocupante 24%. Afortunadamente, la cuenca del Tajo ha experimentado una ligera mejoría en comparación con la semana anterior y se encuentra en un 48,3%.
Las precipitaciones desempeñan un papel fundamental en la recarga de los embalses, y su distribución en el territorio español es variable. Las regiones de la vertiente Atlántica han experimentado lluvias abundantes, lo que ha contribuido positivamente a la situación de sus reservas hídricas. Un ejemplo destacado es Ourense, que ha registrado un máximo de 96 litros por metro cuadrado. Sin embargo, la vertiente Mediterránea ha recibido precipitaciones en menor medida, lo que ha contribuido a una situación más crítica en algunas cuencas.
La reserva hídrica, por cuencas
Para comprender mejor la situación, es importante analizar la reserva hídrica por regiones y cuencas hidrográficas:
Cantábrico Oriental: Se encuentra en una situación relativamente favorable, con un 83,6% de su capacidad.
Cantábrico Occidental: También presenta niveles altos, alcanzando un 81% de su capacidad.
Miño-Sil: Muestra una reserva del 62,3%, lo que indica una situación moderadamente buena.
Galicia Costa: Tiene una reserva hídrica del 58,6%, lo que es positivo pero aún preocupante.
Cuencas internas del País Vasco: Se ubica en el 71,4%, lo que indica una mejor situación en comparación con algunas regiones.
Duero: Se encuentra en un 45%, lo que refleja una situación preocupante en esta cuenca.
Tajo: A pesar de una ligera mejoría, está en un 48,3%, lo que aún es insuficiente.
Guadiana: Con un 24%, esta cuenca se encuentra en una situación crítica.
Tinto, Odiel y Piedras: Presenta un 58,5% de su capacidad, lo que refleja una situación moderadamente preocupante.
Guadalete-Barbate: La situación más alarmante, con un 16,5%, lo que requiere una atención inmediata.
Guadalquivir: Con un 19,1%, esta cuenca también se encuentra en una situación crítica.
Cuenca Mediterránea Andaluza: Tiene un 25,1% de su capacidad, lo que indica una necesidad urgente de mejorar la gestión del agua.
Segura: Se ubica en el 25,3%, lo que refleja una situación crítica en esta cuenca.
Júcar: Con un 47,9%, se encuentra en una situación preocupante.
Ebro: La reserva hídrica del Ebro es del 36,8%, lo que exige medidas de conservación y gestión.
Cuencas internas de Cataluña: Esta región presenta un 23,2%, lo que indica una situación crítica.