España vuelve a presidir el Consejo de la Unión Europea (UE) desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre de este año. Esta quinta ocasión en que España asume la presidencia de la UE llega en un momento crucial, lleno de cambios y desafíos significativos desde su última presidencia en 2010. La crisis financiera, el BREXIT, la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania han alterado el panorama geopolítico de la UE y sus prioridades. El papel de la presidencia española es fundamental para orientar las prioridades de la UE, buscar acuerdos y proponer soluciones de compromiso, establecer el calendario de los temas a debatir y presentar propuestas legislativas a la Comisión Europea.
Durante el período de julio a diciembre, España será sede de 23 reuniones informales de ministros en 21 ciudades españolas, una Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo y una reunión del Colegio de Comisarios en Madrid, así como una reunión informal de Jefes de Estado y de Gobierno en Granada.
La Presidencia española ha establecido cuatro prioridades estratégicas para su mandato:
- Impulsar la reindustrialización de Europa y convertirla en líder mundial en industrias y tecnología de energías renovables. El objetivo es crear un millón de empleos en esta década y evitar quedar rezagados ante el empuje de China y Estados Unidos.
- Avanzar en la transición y adaptación ambiental. La prioridad medioambiental es tanto una necesidad ciudadana como una oportunidad para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y generar nuevos empleos.
- Consolidar el pilar social y promover una Europa con mayor justicia social y económica, combatiendo la evasión fiscal.
- Reformar la unidad de la UE, profundizando en el mercado interior, completando la unión bancaria y la unión de mercados de capitales, así como consolidando y mejorando instrumentos comunes como los fondos NextGeneration.
En el ámbito agrícola, España ha establecido cuatro prioridades principales:
- Seguridad en el abastecimiento y seguridad alimentaria. La pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania han evidenciado la importancia de los agricultores, las cooperativas y el sector alimentario en general. España busca poner el tema de la seguridad alimentaria en el centro del debate en el Consejo de Agricultura de la UE y en el Consejo Europeo.
- Utilizar nuevas tecnologías para lograr una agricultura más resiliente frente al cambio climático. Las nuevas tecnologías, incluidas las técnicas de reproducción avanzadas, son clave para aumentar la producción y adaptar la agricultura europea a los desafíos climáticos. Esto se discutirá en la Reunión informal de ministros de Agricultura en Córdoba.
- Política Agrícola Común (PAC). España considera que la PAC es fundamental para asegurar la producción de alimentos y revitalizar las zonas rurales. Se prestará atención a la evaluación de la nueva PAC, que enfatiza la subsidiariedad y el enfoque medioambiental.
- Papel de las zonas rurales. Las zonas rurales son de vital importancia para la UE, tanto en la producción de alimentos como en la ocupación del 80% del territorio. España organizará una conferencia de alto nivel en Sigüenza para promover la igualdad económica y social entre las áreas rurales y urbanas, y para impulsar la sostenibilidad de las regiones rurales.
Durante su presidencia, España también priorizará trabajos legislativos en el ámbito agrícola, como la regulación del uso sostenible de productos fitosanitarios, las nuevas técnicas de reproducción, las indicaciones geográficas protegidas y la regulación de envases y residuos de envases, entre otros.
En cuanto al comercio, España se centrará en la ratificación del acuerdo UE-Mercosur y avanzará en las negociaciones con India, Indonesia y Tailandia, así como en la ratificación de los acuerdos ya firmados con México, Chile y Nueva Zelanda. Estos acuerdos son de vital importancia para el sector agroalimentario europeo.
La Presidencia española del Consejo de la UE representa una oportunidad para abordar los desafíos actuales y futuros de la Unión, especialmente en los ámbitos agrícola y comercial. España asume la responsabilidad de liderar la toma de decisiones y buscar soluciones que impulsen la prosperidad, la sostenibilidad y la justicia social en Europa.