La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) ha hecho un llamamiento a los actores de la cadena láctea para buscar un equilibrio en las negociaciones de los nuevos contratos de compra-venta de leche, teniendo en cuenta la situación del mercado. Además, la industria láctea española ha solicitado que se proteja fiscalmente la leche y los productos lácteos, otorgándoles el mejor tratamiento regulatorio y fiscal posible, dado que son alimentos de primera necesidad para la población.
Estas peticiones forman parte de un decálogo presentado por Fenil, el cual tiene como objetivo garantizar el suministro de materia prima y el futuro del sector lácteo. Luis Calabozo, director general de Fenil, ha señalado la importancia de librar al producto de cualquier modificación fiscal para salvaguardar su condición de alimento esencial. Actualmente, la leche y los quesos se benefician de la supresión temporal del IVA aplicada por el Gobierno para el primer semestre del año.
En el decálogo, la industria también ha demandado un valor adecuado para los lácteos, que permita una remuneración justa en todos los eslabones de la cadena, con el objetivo de crear y repartir valor. Se ha mencionado la Ley de la Cadena como una herramienta que brinda grandes posibilidades y mejoras, pero se ha destacado la necesidad de extender las condiciones contractuales garantistas a todos los eslabones de la cadena.
El documento presentado por Fenil, titulado “Por el futuro del sector lácteo en España”, incluye otras propuestas como garantizar un volumen suficiente de producción y aprovisionamiento de leche cruda, promover el relevo generacional, valorar el aporte nutricional de los productos lácteos y crear condiciones que aseguren la competitividad en toda la cadena. También se solicita establecer criterios realistas sobre los distintos modelos de granjas, adaptar los perfiles nutricionales a las tradiciones y necesidades de cada país, y armonizar los criterios de las iniciativas regulatorias medioambientales.
Calabozo ha resaltado la importancia de actuar sobre los tres grandes ejes de la cadena láctea: la materia prima, el valor de la cadena y las condiciones del mercado. Estas propuestas buscan impulsar no solo la actividad de la industria transformadora, sino de toda la cadena del sector lácteo.
La industria láctea española, compuesta en su mayoría por pymes, tiene una facturación anual de 9.500 millones de euros, representa el 1,3% del PIB y genera 30.000 empleos directos. Además, cerca del 40% de las instalaciones lácteas se encuentran en poblaciones con menos de 2.000 habitantes.
En relación a las negociaciones de los nuevos contratos de compra-venta de leche, Calabozo ha instado a los actores de la cadena a buscar un equilibrio, teniendo en cuenta la oferta y la demanda, así como los costes de producción. La industria ha enfrentado una erosión de márgenes y dificultades financieras importantes en 2022, lo cual ha afectado su actividad.
La industria láctea española desempeña un papel significativo en la economía, con un alto número de pymes, una facturación considerable y una generación importante de empleo directo. Sin embargo, enfrenta desafíos en las negociaciones de los nuevos contratos de compra-venta de leche, debido a los costos de producción y a la erosión de márgenes sufrida en 2022.